Las selecciones navarras dieron la cara en el Campeonato de España de Selecciones Autonómicas de Minibasket 2019 celebrado en la localidad gaditana de San Fernando. Ambos equipos mejoraron los resultados del año pasado: las chicas cuajaron una gran actuación y pelearon por el ascenso, mientras que los chicos lograron competir frente a rivales muy exigentes.
La selección mini femenina realizó un buen papel al alcanzar la lucha por el ascenso, aunque finalmente no logró el gran premio y tuvo que conformarse con terminar en el 3º puesto de Preferente, el 13º en la clasificación general del campeonato. Las navarras llegaron a semifinales después de concluir la primera fase en la 2ª posición de su grupo tras vencer con solvencia a Ceuta, Melilla y La Rioja y caer por una pequeña diferencia frente a Castilla y León. Desafortunadamente, en el duelo final por el ascenso no pudieron evitar la derrota ante Cantabria, lo que pese a dejar al equipo sin ascenso no empaña un gran torneo. El seleccionador, Jorge Conde, hace una valoración muy positiva de la participación de las chicas en Cádiz y de su proceso formativo en global: “Estamos contentos porque las jugadoras han progresado mucho en su formación durante todo el año, es una generación con potencial para obtener buenos resultados en el futuro. En cuanto al campeonato, creo que nuestro papel ha sido bueno, aunque quizás en el último partido contra Cantabria en semifinales nos faltó una mejor interpretación del partido para sacar un mejor rendimiento. No obstante, en líneas generales estamos contentos”.
La selección mini masculina, por su parte, compitió bien en un grupo exigente ante adversarios más fuertes físicamente, y terminó en el 6º puesto de Preferente, el 16º en la clasificación general del campeonato. Los navarros dieron la cara pese a caer frente a Euskadi y Murcia, y sumaron su única victoria ante La Rioja. Desgraciadamente, en el cruce por el 15º puesto se vieron superados por Extremadura. El seleccionador, Guillermo Álvarez, valora la actuación de los suyos poniéndola en su debido contexto: “Debemos saber dónde estamos posicionados dentro del baloncesto nacional, y partiendo de esa base saber a qué venimos. La idea era competir al máximo y que los jugadores se lleven una experiencia más y vayan creciendo, que vuelvan a casa con otro talante y otra idea de lo que es el baloncesto. En el campeonato nos ha tocado un grupo complicado contra rivales muy físicos, algo que nos ha perjudicado al ser más menudos. Pero a pesar de los resultados, hemos dado la cara en todos los partidos, ganamos el que teníamos que ganar, ante La Rioja, y competimos los que teníamos que competir. El balances es positivo”.
Resultados al margen, ha sido, un año más, una experiencia única de aprendizaje y formación para los chicos y chicas del baloncesto navarro del futuro.